August 18, 2017

A punto de cumplir dos meses en casa y todavía me cuesta asimilar que ese es el nombre con el que debo referirme al lugar del que tan lejos he estado durante 302 días. Todavía  a veces me despierto sin saber muy bien dónde estoy,  las palabras se confunden entre idiomas y una sonrisa se dibuja en mi cara al recordar alguna historia que sé que nadie más podría entender.

Al fin y al cabo, ahora sí he aprendido en que consiste esa magia de la que me hablaban, la complicidad que solamente aquellos que hemos dejado todo atrás y empezado una nueva vida comprendemos.  «Nadie más lo entiende…», y es por eso que las palabras no son suficientes para explicar todo lo que he aprendido a alguien que no lo ha vivido, pero sin embargo ni siquiera hacen falta cuando la otra persona conoce a la perfección la experiencia, el ritmo acelerado del corazón al cruzar las puertas de salida y llegada de un aeropuerto, las lágrimas al dejar los dos lugares que siempre llamarás hogar, lo increíblemente insignificantes que pueden ser océanos y kilómetros si el querer lo puede todo…  Por no hablar de la fría sensación de echar de menos, morriña que después de estos diez meses me perseguirá hasta el resto de mis días.

Ahora presumo de saber apreciar el valor de las pequeñas cosas, del tiempo, de las personas, porque por mucho que lo deseemos con fuerza, nada es infinito. También he de reconocer que todavía no he aprendido a decir adiós, pero, al fin y al cabo, ¿existe alguien que sepa despedirse en condiciones? Supongo que siempre todos nos quedamos con las ganas de un par de segundos más para abrazar fuerte.

Sin embargo, ahora conservo una montaña de cartas escritas a puño y letra, fotografías Polaroid, recuerdos que me transportan a algunos de los momentos más especiales de mi vida y pedacitos de historias que ahora guardo conmigo. Al otro lado del océano vive parte de mi familia, y os aseguro que aunque ellos no lo sepan, también están aquí conmigo.

Me he acostumbrado a que las conversaciones a través de una pantalla nunca sean suficientes, a desesperarme con las diferencias horarias y a desear con todas mis fuerzas haber estado en esa fotografía en la que todos sonríen tanto. Supongo que una vez más, tendré que conformarme con las llamadas improvisadas, las cartas inesperadas y la incierta cuenta atrás para estar de nuevo completamente en casa, «home again», al lado de las personas que llegaron por sorpresa, en medio de mi caos, para hacer mi vida un poco más feliz y bonita,  para hacerme a mí sentir un poco más llena, plena, más entera, más yo.  Mentiría si dijese que no comenzaría de nuevo.

Repetiría siempre. En bucle.

Gracias, Canadá. Hasta siempre, tuya.

June 4, 2017

Hace ya demasiado tiempo desde la última vez que escribí una entrada, y ahora tengo tantas cosas que contar que no sé cómo empezar.
Estos meses han sido sin duda los más entretenidos, en los que más cosas he hecho… Y como no he parado un segundo, también han sido los que más rápido han pasado. No me puedo creer que esté a 26 días de coger el avión de vuelta a casa, después de todo lo que he vivido aquí. Una vida paralela, una nueva yo, que he descubierto que me gusta más que la anterior. Echo de menos a mis seres queridos, pero el vínculo que he establecido con muchas personas aquí es tan fuerte que me hace sentir indecisa. No sabría explicar tal sensación, es mucho más allá que pertenecer a dos lugares, que tener el corazón lleno.
Durante estos meses he hecho tantas cosas nuevas que jamás podría finalizar la lista. Supongo que visitar Niagara Falls y Toronto en March Break es uno de mis highlights. Disfrutar de un café cuando al otro lado del cristal las cataratas no se detienen, animar y gritar en un Raptors-Pacers que me recuerda una vez más que el baloncesto es espectáculo, Toronto bajo mis pies en la CN Tower… Un montón de tardes con mis amigas, noches de sábados, hogueras, visitas… Hasta he experimentado lo divertido que puede ser disfrazarse de pato si ignoras los 40 grados de temperatura en su interior.
También he ido a prom, exactamente hace un par de días, y ha sido uno de los mejores recuerdos de mi vida. Tampoco había imaginado jamás que podría pasarlo tan sumamente bien en un baile country, y anoche descubrí que estaba equivocada.
No quiero pensar en la idea de marcharme, pero está tan cerca que asusta. A veces tengo la sensación de que siempre he estado aquí, de que conozco a todos mis amigos canadienses desde siempre. Y para siempre.
Más que nunca, me auto obligo a disfrutar, aunque dudo que pueda superarme.

Simplemente puedo dar gracias, por esta oportunidad, por todas las excelentes personas que me ha aportado. Y os aseguro, a todos aquellos que os planteéis la opción de estudiar fuera por un tiempo, hacedlo, sin dudarlo. Cada mal momento, con perspectiva, es simplemente un recuerdo más, merece la pena cuando llegas al final de los mejores 10 meses de tu vida.

March 3, 2017

Después de más de dos meses sin escribir, por fin encuentro un ratito.

La verdad es que desde que las Navidades empezaron, el tiempo ha pasado rapidísimo. Fin de año, mi cumpleaños días después, exámenes finales en enero, empezar el nuevo semestre, viajes…

Las Navidades fueron increíbles, aunque, como no, algo de morriña. Es difícil pasar fiestas tan especiales separada de tu familia, las personas con las que había pasado las 16 Navidades anteriores. Pero todo tiene su lado positivo, y es que he vivido una experiencia nueva, diferente pero agradable a la vez.

Mi cumpleaños fue también distinto a los anteriores. Las personas que quiero estuvieron ahí para hacer de él un buen día, tanto en Canadá como en España, tanto con un vídeo precioso, una videollamada por Skype, una fiesta decorada de Frozen, o regalos que significaron mucho.

Durante esas mesas recibí también un paquete de mis papis desde España, uno de mis amigos, y tiempo después, una carta preciosa. (A pesar de que el paquete que mandé el 14 de diciembre no haya llegado todavía a casa, yo sí he tenido suerte).

En enero tuvieron lugar los exámenes finales del primer semestre, y la verdad es que una vez terminados, me sentí totalmente liberada. No he sacado las notas que me gustaría, pero creo que estoy conforme.

Ahora, este segundo semestre, mis asignaturas son Biology, Gym, Writers Craft y Vocal Music. No puedo estar más contenta con ellas. Trabajo en el cole y aprendo, pero no me veo agobiada a la hora de llegar a casa y ponerme a estudiar. Normalmente no tengo deberes y puedo disfrutar de la tarde, tengo tiempo a hacer muchas más cosas y no estar agobiada. Es genial.

En febrero Eva (otra Spanadian becada por la FAO) vino a mi casa a pasar un fin de semana, y terminamos invitándola a venir con mi host mum y conmigo al viaje a Ottawa que habíamos planeado para family weekend. Y os aseguro que no podríamos haberlo pasado genial. Ottawa es una ciudad preciosa, y el tiempo nos ayudó bastante. Las temperaturas llegaban a superar los 6 grados (sí, en Canadá en febrero es muchísimo calor). Patinamos en el Canal (a pesar de lo sumamente difícil que resultaba, ya que el hielo se estaba derritiendo), visitamos el edificio del Parlamento, el museo de Historia Natural, la National Gallery, el mercado al aire libre, y, como no, el Rideau Centre (mi tarjeta de crédito todavía está llorando). Además, nos hospedamos en un hostal donde había chicas de todos los lugares del mundo, un té riquísimo, y un sofá muy cómodo en el que sentarse tapadas por el inmenso edredón de las camas para ver Dirty Dancing.

Por lo demás, básicamente he entrado en la rutina. Todos los días voy al instituto y cada día busco algo que hacer durante las tardes, pero nada interesante. De todas maneras, me gusta. He empezado a venir lunes, miércoles y viernes a jugar a basket antes del instituto, y también estamos jugando en gimnasia. Es genial tener tiempo y energías para practicar deporte, dormir mejor y hacer más cosas sin preocuparme por una montaña de assignments y tests.

Ahora mismo he tenido una clase libre, ya que mi profesora de Writers Craft no está, pero tendré Vocal Music en un ratito. Esta tarde, además, hay un baile semi-formal en el instituto, y mis amigas y yo iremos a casa de una de ellas a prepararnos antes de ir. Me apetece mucho, ya que siempre lo pasamos genial.

Hace un par de días Kasumi, la estudiante de intercambio japonesa que estaba en mi instituto, se marchó. Preparamos una fiesta sorpresa para ella para despedirnos. Esto me hace pensar en que ya he pasado seis meses aquí, empiezo mi séptimo mes en Canadá, es decir, he completado 3/5 de la experiencia. No quiero marcharme, ahora que he encontrado mi lugar. Echo de menos a mi gente, a mi tierra… Pero es una sensación que no sería capaz de explicar.

Durante el march break (creo que aproximadamente es desde el 10 al 19) mi hmum y yo planeamos viajar a Quebec city o a Montreal, y después pasaremos los dos últimos días en Toronto, ya que tenemos entradas para los Raptors-Pacers el 19. No os imagináis las ganas que tengo de que llegue.

También he pensado en subir un vídeo a YouTube hablando un poquito de mi experiencia, pero no estoy muy segura. No tengo demasiada idea de edición…

Después de esta entrada improvisada y de este horrible resumen mientras escucho el asombroso ÷ de Ed Sheeran, me despido, y prometo que empezaré a escribir un poquito más a menudo y a añadir fotos sin pausas durante meses. Me disculpo si he cometido alguna falta ortográfica grave, pero vivir 24/7 en inglés acaba resultando muy confuso. Un besazo!

 

 

Dec. 25, 2016

Deseo las buenas noches a todo el mundo y subo las escaleras. Después de ponerme el pijama, enciendo el ordenador, me meto en la cama, y todavía con una sonrisa en la cara, empiezo a teclear.

A pocos minutos de termnar este veinticinco de diciembre, desearía que nunca acabase. A miles de quilómetros del lugar donde crecí, he vivido uno de los días más especiales de mi vida. La Navidad es una de las épocas más bonitas del año, idónea para pasarla con nuestra familia. Y yo lo he hecho. No es la familia que me ha acompañado durante mis casi diecisiete años de vida, pero sí la que ha estado durante estos cuatro meses, día a día, buscando nada más que mi felicidad.

No han sido las Navidades de siempre, ni mucho menos, pero ¿quién dice que los cambios deban ser negativos?

Cenar sushi y jugar al Uno en Nochebuena no era a lo que estaba acostumbrada. Tampoco despertarme temprano el día de Navidad, desayunar pancakes con maple syrup en familia e intercambiar los regalos. Nunca nadie había llenado un calcetín navideño para mí, y la ilusión con la que abrí cada uno de los regalos era comparable a la que ellos habían puesto preparándolos para mí. Ojalá pudiese explicaros lo sumamente plena que me siento, que personas en cuyas vidas solo estaré un año se hayan esforzado tanto en sacarme una sonrisa, en convertirse en mi familia y en hacerme sentir la persona más especial del universo. Y también la más afortunada.

Como no, mi familia española, aunque no de forma física, estuvo aquí conmigo. A pesar de lo increíble que ha sido este día, necesitaba un poquito de todos los que han estado en cada una de mis Navidades. Ellos tampoco fallan nunca.

El ambiente navideño mejora si la nieve cubre las calles y tienes la oportunidad de patinar y practicar snowshoeing (sí, se basa en caminar sobre la nieve con una especie de raquetas en los pies).

Me gusta la sensación de que alguien cuida de mí y se preocupa, sin importar cuantos quilómetros nos separan o cuantos meses nos quedan juntos. Me gustan las pequeñas cosas, apreciar simplemente que alguien se haya acordado de mí cuando muchas otras personas no lo han hecho. Me gusta llorar de alegría. Me gusta que alguien me abrace y se me venga a la mente la palabra hogar, sin necesidad de teletransportarme. Me gusta agradecer, y nunca me cansaría de hacerlo, porque nunca será suficiente para compensar todo el cariño, la felicidad y el amor que he recibido. Me gusta que mi corazón no entienda de geografía y poder decir que tengo un trocito de mí en muchos sitios distintos del mundo. Me gusta tener diferentes familias.

Aquí sigo, cada vez más cerca de terminar el día, tecleando, todavía conservando la sonrisa con la que he empezado. El año se termina y no puedo sentirme más orgullosa de las decisiones que he tomado durante él, de mí misma, de quien soy, de quien he elegido para acompañarme, de las personas que han entrado y salido de mi vida, de lo bueno y lo malo que me ha sucedido y de como he sabido corregirlo.

Con ganas de más cenas navideñas, de reencontrarme con mis galeguiños, de recibir el paquete de mamá y papá, de cumplir años, de empezar el nuevo semestre… De disfrutar más y más de este país que se ha convertido ahora en mi casa.

Feliz Navidad y feliz Año 2017, con muchísimo cariño desde Canadá.

 

 

(En las fotos podéis verme muriéndome de emoción porque mi mamá canadiense me regaló los pantalones de Roots que quería o en la nieve muy feliz minutos previos a meterme la leche del siglo)

Nov. 30, 2016

No escribo con mucha frecuencia, pero la verdad es que es bastante difícil encontrar un hueco. Este semestre curso las asignaturas más complicadas; English, Chemistry, Maths Functions y Kinesiology (especialmente la última, que a pesar de que me encanta me está desquiciando bastante). Es un sistema educativo bastante distinto, trabajamos muchísimo en clase, llego a casa agotada y a diario tengo bastantes deberes y assignments. Incluso he tenido algunos midterm exams, y en menos de dos meses tendré los finales. Ahora las cosas van mejor, intento hacerlo lo mejor que puedo y no agobiarme, porque soy bastante quisquillosa con las notas, pero reconozco que los dos primeros meses fueron horribles. No controlaba el idioma demasiado bien y me costaba entender en clase, y ya no hablemos de estudiar o escribir ensayos. Nunca llegué a sacar una mala nota, pero tampoco estaba sacando lo mismo que en España. Poco a poco me voy acostumbrando, pero la verdad es que tengo bastante que hacer y es el primer momento en el que encuentro un hueco para escribir y resumir un poquito este mes.

IMG_2172.JPGIMG_0040.JPG

Empezaré por Halloween. Mi plan  fue bastante sencillo. El jueves 27 mi instituto celebraba un baile, y fui con mis amigas. La verdad es que no iba disfrazada en sí, iba vestida normal y mi amiga Meghan me maquilló una mitad de la cara como un esqueleto. Ese día dormí en su casa, comimos helado, «vimos» Las Ventajas de Ser Un Marginado (en realidad nos pasamos todo el rato hablando) y pasamos la mañana siguiente juntas. El día siguiente era un PD day así que no tenía clase, y mi host mum y yo cenamos con sus padres y su hermano. El domingo fui a casa de Megh y preparamos manzanas caramelizadas para los niños, cenamos y decoramos calabazas. Os puedo asegurar que nunca lo había hecho y me lo pasé genial. Por último, el lunes, día oficial de trick or treat, me pasé la tarde abriendo la puerta a los niños y repartiendo candy. Creo que vinieron aproximadamente unos 50 niños, sin exagerar, pero eran taaaaaaan monos…

IMG_1348.JPGIMG_1447.JPGimg_1489IMG_1451.PNGIMG_2388.JPGCaptura.PNG

 

Este mes también fue el cumpleaños de una de mis amigas, Alex, y nos invitó a pasar la tarde y a dormir a su casa a las niñas y a mí.

También Laura, la chica española que estaba de intercambio durante tres meses aquí, se marchó este mes, y para despedirnos su host family y la mía celebramos una Spanish dinner con croquetas, tortilla, arroz con leche…

IMG_1782.PNGIMG_1783.PNG

Además en octubre y noviembre fueron mis primeras nevadas. Yo la verdad es que me moría de frío y alucinaba mucho con la cantidad de nieve, pero aquí todo el mundo dice que eso no es nada y que vendrá mucho más. Estoy empezando a mentalizarme para lo que me espera.

IMG_1320.JPGIMG_1319.JPGIMG_1273.PNG

 

Mi equipo de baloncesto consiguió llegar al torneo final de la zona, llamado CWOSSA. Perdimos el partido de un punto, quedándonos fuera de la siguiente fase, pero sin duda jugamos lo mejor que supimos, y no os imagináis lo que me dolió terminar esta temporada… Es un equipo que en tres meses me ha acogido como una más y me ha hecho sentir totalmente en casa, disfrutando del deporte que más me gusta en el mundo. (En el torneo también tuvimos tiempo de irnos a explorar la ciudad, a encontrar un Tim Horton’s y a creernos las Spice Girls).

img_2231IMG_2198.JPG

Este mes mi host mum, su novio y la hija de su novio, Abby, después de CWOSSA y aprovechando que había otro PD day, fuimos a Toronto. Visitamos The Art Gallery of Ontario (AGO), el Science Centre, paseamos por el centro de la ciudad, por Chinatown, cenamos en Spaguetti Factory, además de recorrernos tres quilómetros para ir a The Body Shop y Lush y obsesionarnos con Starbucks.  Y aprovechando que en la casa en la que nos quedábamos había jacuzzi… Pues Abby y yo también aprovechamos un montonazo.

IMG_2238.JPGIMG_2237.JPGIMG_2267.PNGIMG_2243.JPG

Cada x tiempo los exchange students de la zona que tenemos la misma coordinadora tenemos una especie de reunión en la que básicamente hacemos alguna actividad o pasamos tiempo juntos. Entre ellos se encuentran algunos becados de FAO, los cuales conocí en las jornadas orientativas de abril y viajaron conmigo a Canadá. Hace un par de semanas tuvimos una, y fuimos a ver un partido de hockey. Después de gritar BUUUULLA, hablarle al árbitro en español, salir en la pantalla del ring the hockey, y que una canadiense le diese su número a Nuno aún vestido de oso (no preguntéis por qué llevaba ese disfraz, yo tampoco lo sé todavía, pero llevaba un cartel que decía que era español y soltero), llegué a casa afónica de tanto reírme. La verdad es que necesitaba un «momento gallego».

img_200815000048_568582696682984_4928494129989234243_o.jpg

Tuve también tiempo para salir a comer con mis amigas los fines de semana, hacer babysitting, algo de skype y facetime… Digamos que esto explica por qué no he tenido ni un minuto libre.

 

IMG_2006.JPGIMG_2009.PNGimg_2389

IMG_1574.PNGIMG_2334.JPGIMG_1482.PNG

Supongo que se me habrá olvidado algo… Pero es lo que tiene dejar las cosas para el último momento. Ahora se acercan las navidades y el frío, así que tendré más tiempo.

Diciembre… A horas de empezarlo y parece mentira que empiece mi cuarto mes aquí cuando siento que he llegado hace dos semanas. El tiempo se pasa volando, y cada vez más. No os imagináis lo mucho que me asusta. Canadá me tiene totalmente enamorada.

 

Nov. 11, 2016

Finally, I decided to start writing in English, at least now.  I just wanted to talk about my life here, how I feel about these months, and  I really would like my Canadian friends to understand it.

I don’t know how to start, so I’ll do it just saying that I think, here, I’m finding myself, who I really am and who I really want to be. I arrived completely alone and afraid. New country, new language, new house, new people… And me. Finding my place has been and it’s still being a long way, but I’m doing it the best I can. I realized that not knowing anyone was one big opportunity. A big opportunity to do it, meeting and knowing new and different people at the same time I know myself. And, that every day, I just know a bit more about all those people who surround me in this awesome country.

I learnt to enjoy little things, those ones that are just in front of our eyes and we don’t even know. Those little things I left across the Atlantic Ocean two months and ten days ago. Mum and dad’s hugs, my friends’ smiles… Known faces and voices that now I can only see and hear through screens… Unfortunately, I cannot touch them.

I left my native land with a million questions in my head. Insecure, just trying to find the answers. Who I really am? What do I really like? A thousand experiences later, the girl I was two months ago is not here anymore. I can find someone  not afraid of feeling and sharing emotions, someone confident enough to talk in front of a class without feeling embarrassed about my accent, someone who works hard to prove why I’m here.

I feel really grateful. Learning has always been a big part of my life, and if I could describe this experience with only one word, that will be the perfect one. Apart from english, chemical reactions, synovial joints, essays and reciprocal functions, I’ve learnt lessons that school cannot teach. Feeling the pain that my love ones are suffering thousands of kilometres away and cannot solve it. Feeling alone… But also I’ve learnt what does happiness mean. Receiving a hug from people who has just came into my life and has become essential… They just can cure all the pain and make me feel at home again.

I cannot predict what experiences future will bring me, but I can just say I won’t say no to any of them.

Saying thank you is one of the most beautiful ways to express love. I really love this country, and I really love my life here. I like who I am here. I really love how people here makes me feel. Difficult to explain.

 

 

 

Nov 06, 2016

Aprender es un concepto totalmente distorsionado y que continuamente utilizamos de forma incorrecta. La Real Academia Española posee distintas acepciones para este término, entre ellas la de «Fijar algo en la memoria».  Muestro mi total desacuerdo, ya que no creo que asociar el aprendizaje a la memorización sea la más acertada de las comparaciones.

Y este pequeño gran matiz es el que desencadena la gran confusión en la que siempre hemos vivido, creyendo que aprender debe basarse en devorar páginas de apuntes para sacar una nota aceptable en un examen que, al terminar, se llevará consigo todo aquello que hemos «aprendido».

Sin embargo, me gusta la primera de las acepciones. «Adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia». Un poco diferente, ¿no es cierto?

Aprender es una palabra que llega más allá de la Teoría Cuántica, las rimas de Bécquer o la quinta sinfonía de Beethoven. Aprender significa enriquecer un poquito más nuestros pensamientos, vivir y aprender de lo vivido, sentir cada experiencia y lección, saber como utilizarlas.

A menos de dos meses de terminar el año… He aprendido mucho.

He aprendido sobre mí. Sobre quien quiero y me quiere. Sobre distintos rincones del mundo. Sobre diversas mentes y maneras de pensar. Sobre el significado de encontrar lo que a uno realmente le gusta. Sobre el contreversial e indefinido término «tiempo».

Podría hablar de lo que para mí significa… Pero simplemente, para mí,  se escapa, cada vez más deprisa, y, por desgracia, no soy capaz de frenar el ritmo. Sí, simplemente han pasado dos meses desde que llegué, pero me asusta lo sumamente rápido que lo he sentido. Cuando echaba de menos mi casa y a mis seres queridos después de pasar una semana fuera… Ahora, después de haber multiplicado el tiempo, me río al acordarme.

Me atrevería a decir que en esta experiencia no existen malas o buenas etapas.  Podría describirlo como una montaña rusa. En un mismo día he reído a carcajadas y vivido momentos inolvidables pero también me he sentido la persona más sola y triste del mundo. No es necesario ningún tipo de suceso para desencadenar un ataque de morriña, simplemente aquel gesto que te recuerda a aquella persona o aquel recuerdo que justamente hoy se te ha venido a la mente son suficientes para que tu cabeza empiece a funcionar, muy rápido. Pero un abrazo de alguien a quien has cogido mucho cariño en tan poquito tiempo también basta para hacerte un poquito más feliz.

Oct. 27, 2016

A punto de cumplirse dos meses de mi llegada, el tiempo cada vez vuela más rápido. Soy el tipo de persona que adora y necesita la rutina, pero aquí esa palabra no existe, y tampoco me está disgustando esto de hacer cada día algo totalmente distinto.

Debería empezar haciendo un pequeño resumen de este mes, así que empezaré por Thanksgiving. El viernes había ido a dormir a casa de una amiga, y cuando regresé el sábado por la mañana mi host mum y yo inmediatamente nos pusimos en marcha. Decidimos tomarnos el día para viajar y explorar rincones de la Bruce Peninsula. El faro, el observatiorio de pájaros… Y para terminar una buena cena de acción de gracias con amigos y música. El domingo tocó cena de Thanksgiving con la familia de Deb. Fue realmente agradable (demasiada comida), aunque mentiría si dijese que no me entró un gran ataque de morriña… Al fin y al cabo, como la propia familia no hay nada.

El fin de semana siguiente teníamos además con nosotros a una estudiante japonesa que debía quedarse en nuestra casa un par de días. Viajamos hasta Tobermory, después cogimos el ferry y llegamos a Manitoulin Island, donde una amiga de mi host mum tiene una pequeña casa, y allí pasamos el fin de semana. Creo que nunca había desconectado tanto, sin ningún tipo de conexión telefónica o a internet, únicamente junto al lago y paseando en los bosques. Sin duda lo repetiría mil veces.

El fin de semana pasado viajamos a Toronto. Nada más llegar buscamos una tienda donde comprar un buen abrigo y botas de invierno, y paseamos por las calles. Después de cenar, nos reunimos con César, otro Spanadian 4.0 que reside en North Bay, y juntos entramos en el Air Canada Centre para ver el concierto de Sia. Una experiencia como pocas hay en la vida… Simplemente inolvidable.

Al día siguiente paseamos por Toronto y visitamos el Ripley’s Aquarium.

Durante la semana casi todo se basa en baloncesto, instituto y deberes, aunque a veces tenemos invitados a cenar o algún plan diferente. Estoy empezando a encontrar mi sitio, a ganar mucha confianza con mi host family y mis amigos, y a sentirme totalmente cómoda. Llegados a este punto puedo hablar de lo sumamente complicadas que fueron las primeras semanas, de cómo no entendía nada en clase, de cómo me sentía fuera de las conversaciones de mis amigas canadienses durante la hora de comer, de cómo pasaba horas y horas sola preguntándome qué hago aquí… Pero ahora me doy cuenta de que es un bache imprescindible para llegar al punto en el que me encuentro, al punto de crecer, aprender y comprender como nunca antes, a lo grande.

Esta misma mañana ha tenido lugar la primera nevada, y aunque el frío caminando al instituto era insoportable, la sensación de los copos de nieve cayendo y embadurnando mi cara y mi pelo es simplemente indescriptible.

Las cosas no siempre son fáciles, y aquí los problemas personales son el triple de grandes. No podría explicar el nivel de impotencia y frustración que supone romperse la cabeza para encontrar las palabras exactas que escribir en un mensaje, cuando un simple abrazo lo arreglaría todo. Pero por desgracia, no cuento con esa opción. Sin duda nada duele más que una mala noticia leída en una pantalla, sin saber como reaccionar. Alguna parte mala tendría que tener esta increíble experiencia…

A pesar de pros y contras, sigo sintiéndome orgullosa de mi decisión y de mi vida actual. Sé que cuento con grandes apoyos en ambos países .

Soy la persona más afortunada del mundo.

Consejos para los exámenes

¡Hola de nuevo! La verdad es que últimamente no he escrito mucho porque no he tenido ni un poquito de tiempo libre, pero esta es una buenísima ocasión.

La verdad es que me he centrado mucho en contar mi experiencia desde lo personal, desde mis propios pensamientos, a veces como una vía de escape, y no dando demasiado detalles acerca del proceso. Aprovecho ahora para hacerlo, puesto que recientemente se ha abierto el plazo de inscripción para las Becas del curso 2017-2018.

Hace cosa de un año, yo estaba en mi habitación, con mi portátil, buscando desesperadamente algún blog que pudiese ayudarme, que explicase un poquito en qué consistiría todo eso. Así que ahora que yo ya lo he vivido, espero ayudaros a vosotros.

Bien, empezaré desde el principio. Supongo que nadie os conoce mejor que vosotros mismos y si estáis decididos o os planteáis participar en esta experiencia es porque os creéis capaces. Y no hablo del ámbito académico, eso es un punto aparte en este proceso. Es obvio que se requieren buenas notas, es uno de los requisitos del programa, pero no por tener un expediente impecable o un nivel de inglés alucinante tenéis el puesto asegurado. Esta beca premia las ganas y la ilusión. Muchísima gente sacó la máxima nota en el examen escrito (creo que era un 265/265, perfecto) y sin embargo no pasó esa fase. Si pasáis o no, nadie os explicará el motivo, de hecho puede ser por distintos factores, ya que la renta también juega un papel importante. El examen (o al menos el mío y el de ediciones anteriores) consistía en una serie de listenings y readings (muy facilitos, no os preocupéis y llevadlo con mucha calma) y una parte de writing. En el writing podías encontrar una serie de preguntas de opción múltiple, una de «completa con lo primero que se te venga a la cabeza» y una serie de palabras con las que debes escribir una redacción. Esta parte del examen es vuestra mejor oportunidad para demostrar por qué queréis estar ahí, quiénes sois, simplemente sed vosotros mismos. Habrá muchísima gente en el examen, solo verán un nombre en el papel, no os conocen, llamad su atención a la hora de leer vuestros examenes.

Si pasáis esa fase, tendréis una especie de entrevista oral. Yo tuve que hablar tres minutos sobre un tema libre. Escogí una especie de descripción de mi vida, centrándome en mi familia, amigos y mis pasiones. Era bastante sencilla, la verdad, pero me sentí cómoda hablando y creo que me definía muy bien. (El hecho de que me llamasen una hora más tarde de lo previsto hizo que tuviese muchísimo tiempo para tranquilizarme). Mi consejo es el mismo… Buscad un tema de el que podáis hablar con naturalidad y que creáis que os representa. Luego me hicieron una serie de preguntas. La verdad es que buscan puntos débiles. A mí me hicieron preguntas como «¿Qué harás si en Canadá no puedes jugar a baloncesto?», «¿Cómo afrontarás echar de menos?», «Eres hija única… ¿Qué pasa si tu familia tiene muchos hijos?». Pero simplemente debéis ser sinceros y abiertos. Recordad que esta experiencia es totalmente única y prácticamente nada puede ser un impedimento para vosotros. ¿Un año sin practicar baloncesto? A la vuelta podré jugar al baloncesto los años que quiera, pero esta beca solo ocurrirá una vez en la vida.

Y si después de eso sois seleccionados… Ahí empieza vuestra aventura. De todas maneras, os aconsejo que nunca perdáis la ilusión y la esperanza, pero que tampoco os convenzáis de que esto es algo seguro. Yo conservé un punto de negatividad durante todo el proceso que, sinceramente, me hizo llevarme una alegría mayor al saber que lo había conseguido, y sé que si no hubiese pasado, en parte ya lo había asumido.

Os recuerdo que las ganas es lo más importante… Mucha suerte, y recordad siempre que no conseguirlo no significa no merecerlo menos que nadie. Simplemente a veces es mala suerte. Sed vosotros mismos, demostrad por qué queréis vivir esto… Y no tengáis miedo, por muy difícil que parezca. Personalmente, definiría el tiempo desde que decidí solicitar esta beca hasta hoy en día como la mejor etapa de mi vida.

Os dejo también el enlace de una entrevista que me hicieron hace meses (creo que en febrero, pocos días después de que me diesen la beca) para el periódico de mi zona, donde cuento parte de mi experiencia. Si tenéis cualquier tipo de duda, os la contestaré encantada. Podéis contactar conmigo en Twitter (@martperez_) o Instagram (@maartperez). Un besazo muy grande desde Ontario, Canadá!

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/amarina/2016/02/15/espero-experiencia-me-sirva-vida-profesional-futuro/0003_201602X15C8991.htm

 

Empezando

Hace ya más de dos semanas que llegué a Canadá y la verdad es que no puedo quejarme. Las cosas están yendo bastante bien, aunque reconozco que no ha sido fácil. Orientando esta entrada hacia posibles futuros interesados en participar en un programa como este, me explicaré lo mejor posible.

Además de mí, cuento con la suerte de tener a otra chica española residiendo en el mismo pueblo que yo, aunque ella, por desgracia, se marcha dentro de dos meses y es un año menor. De todas maneras, el primer día de instituto conocí a un par de chicas geniales que ahora son mis amigas canadienses. Ellas me presentaron a más gente y gracias a ellas estoy integrándome poco a poco. Para qué engañar, el instituto es muy complicado al principio. He escogido Chemistry, Maths Grade 11, English y Kinesiology (Anatomía). Estas dos primeras semanas han sido horribles. Explicaciones que no he entendido, deberes de los que no me había enterado, trabajos escritos que no tenía ni idea de cómo redactar…  Hasta llegar al punto de tener que hacer una exposición oral en English y entrarme un ataque de pánico por miedo a no saber hablar delante de 30 y tantos desconocidos que probablemente se reirían de cómo hablo su idioma. Tampoco el hecho de enfermar la primera semana ayuda mucho, con la cabeza a punto de explotar pero acudiendo a clase igualmente para no perder el hilo del curso.

De todas maneras, ahora sí siento que empiezo a adaptarme. Los primeros exámenes están saliendo bien, empiezo a comprender las explicaciones y ya no tengo tanto miedo a preguntar y hablar en voz alta. Mis amigas canadienses también son para mí un gran apoyo y tratan de facilitarme todo lo posible esta etapa. Sin embargo, la clave para empezar a adaptarse es insistir y perseverar. Quizás no estoy demasiado preparada para decirlo, porque la morriña aparece constantemente, pero es algo con lo que debo aprender a convivir. El fin de semana pasado acudí a una boda con mi host mum, y todo empezó muy bien, todo el mundo fue muy agradable, pero al fin y al cabo… Todos ellos se conocían, y la única intrusa, ajena, era yo. Y ahora sí he aprendido la diferencia entre estar y sentirse sola.

Las cosas empiezan a ir bien. Justamente ayer acudí a mi primer baile del insituto, y fue realmente genial. Antes de ir, mi grupo de amigas canadienses y yo nos juntamos en casa de una de ellas para cenar, vestirnos y maquillarnos. Después acudimos al baile. Como hoy teníamos un torneo y debíamos marcharnos temprano, algunas chicas del equipo dormimos en casa del entrenador con su hija (ella juega en el equipo). Lo pasamos increíblemente bien, tanto de noche como el día de hoy  (a pesar de no haber dormido casi nada, jugar tres agotadores partidos y tomar como comida únicamente una «cena» a las 4 de la tarde).

Debo reconocer que he tenido una inmensa suerte con el lugar que me ha tocado. Es complicado tener un grupo de amigos tan pronto, pero el mérito es sin duda suyo. Desde un principio me animaron a formar parte de su grupo, hasta llegar al punto de que empieza a resultar natural sincerarme con ellas.

De todas maneras, también debo dar las gracias a personas que me apoyan al otro lado de la pantalla, tanto desde España como desde otros sitios de Canadá. Y es que no es nada fácil adaptarse a la diferencia horaria de 6 horas que separa los dos países, ni tampoco hacerme un hueco para simplemente escucharme desahogarme. (Y sí, a papá y mamá, al resto de mi familia, a mis amigos y amigas, a todos los que simplemente hacéis esto mucho más fácil … Y a quienes hacen divertido un tostón de paseo por las Bruce Caves o me aguantan el bajón de un sábado por la noche por Skype). Gracias…